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Armada con el Estado de Derecho, la Flama se enfrenta a la Milicia (Minutemen) y a los Vigilantes a lo largo de la frontera.

Llevando su pasión a lugares remotos, la activista de San Diego arde con la llama de la Justicia.
El Colegio de Abogadas honrará la labor de la Sra. Velasquez.

Por Claude Walbert
Funcionario del periódico
SAN DIEGO


Como conferencista que viaja alrededor del mundo, Lilia Velasquez habló a un grupo en Afganistán sobre la necesidad de los derechos de la mujer. En un foro sobre la mujer realizado por las Naciones Unidas en China, conversó acerca de los refugiados. En Irak habló sobre las sanciones con una delegación de los Derechos Humanos.

De regreso en San Diego, la Sra. Velasquez se puso una polera con la leyenda "Observador Legal" una noche de julio y monitoreó a la milicia armada (Minutemen) en la frontera con México, mientras ellos estaban alerta por si los inmigrantes ilegales intentaran cruzar.Ahora, el California Women Lawyers (Colegio de Abogadas de California) entregará el premio Fay Stender a la abogada de derecho de inmigración. Éste se entrega anualmente a un(a) abogado(a) quien representa jurídicamente a y habla a nombre de las mujeres, las causas impopulares y los grupos marginados. "Es un reconocimiento por la magnitud de su influencia y actividad,” dijo Pearl G. Mann, presidenta electa de la asociación de abogadas. “Es un reconocimiento por todo lo que ella tuvo que superar y todo el tiempo que ella dedica a sus causas”.

La asociación creó el premio en 1982 en honor a la Sra. Stender, una abogada del área de la Bahía de San Francisco que dedicó gran parte de su carrera luchando por los derechos de los prisioneros. Entre quienes han recibido el premio están: Margaret Crosby, abogada docente de ACLU en San Francisco; Abby Leibman, directora ejecutiva del California Women's Law Center (centro jurídico de la mujer del estado de California) en Los Angeles; y Bonnie Rose Hough, abogada supervisora para la Oficina Administrativa de los Tribunales, quien creó un programa facilitador del derecho de familia y otros programas judiciales para mujeres de bajos recursos.

La Sra. Velasquez (52 años) tuvo que superar mucho de niña. Hasta los 5 años vivió en Coyuquillo Norte, un pueblo cerca del Océano Pacífico en el estado mejicano de Guerrero. Su madre, separada, con frecuencia se mudaba de sitio en México a medida que rearmaba su vida.  A la edad de 15 años, Lilia Velasquez comenzó a trabajar en una industria en Tijuana.Después de que su madre se casó con un ciudadano estadounidense, la Sra. Velasquez se trasladó a San Diego. Un consejero le dijo que ella era demasiado vieja para ser estudiante de secundaria. Entonces se matriculó en una escuela comunal para adultos, aun cuando no hablaba inglés.Cinco años más tarde, en 1978, se graduó de lo que hoy en día es la Universidad Estatal de San Diego, con un título en trabajo social. Recibió su licenciatura en Derecho de California Western School of Law tres años después. Para entonces se había casado con un oficial investigador de homicidios y había sido madre por primera vez.

En 1985, ella fundó su oficina de abogados en inmigración, creando para sí con el tiempo una reputación como una abogada dispuesta a asumir causas difíciles. Por ejemplo, consiguió una visa para una adolescente mejicana quien fue forzada a ejercer la prostitución. Además logró que un tribunal permitiera que el bebé de la joven le fuera devuelto, desde México. Refiérase a U.S. v. Reina, 01MG2539 (2001).El American Civil Liberties Union (Gremio de Libertades Civiles de Estados Unidos) había solicitado a la Sra. Velasquez que representara a Reina. La joven había sido engañada por una banda dedicada al comercio sexual que la hizo creer que podía dejar a su hijo en México mientras ella cuidaba niños en Estados Unidos. La Sra. Velasquez consiguió una visa para Reina después que el procesamiento federal de la banda fracasara porque los testigos se rehusaron a atestiguar. Además convenció a las autoridades mejicanas a pasar por alto las leyes y devolver el nene a su madre.

En 2002, la Sra. Velasquez obtuvo un fallo inusual a su favor en el Tribunal de Inmigración estadounidense, afirmando que una mujer podía ser una refugiada real incluso si estaba huyendo de la violencia intrafamiliar. Refiérase al caso, A79 799 818.La mujer llamada Iliana estaba por ser deportada a su patria, Costa Rica. Había huido después de años de recibir golpizas y ser violada por un hombre que conoció en su trabajo, cuando ella tenía 15 años. Trató de escapar, ocultándose en lugares remotos en Costa Rica, pero el hombre la encontraba y la violencia fue en aumento.Iliana admitió que ella intentó entrar a Estados Unidos sin tener los documentos legales necesarios. Sin embargo, la Sra. Velasquez logró que se otorgara asilo a Iliana, argumentando que las mujeres que se resisten a la violencia intrafamiliar en Costa Rica reciben poca ayuda de la policía.El fallo, que recibió mucha publicidad en Costa Rica, dirigió la atención a la violencia intrafamiliar en ese país y causó vergüenza nacional, afirmó la Sra. Velasquez. La abogada se ha transformado en una popular conferencista sobre los derechos humanos, los derechos de la mujer y los derechos de inmigración, en las naciones que luchan con dichos temas a modo de nuevos asuntos jurídicos.

La Sra. Velasquez ha realizado charlas en Irak, Afganistán y China, como también en Bolivia, Colombia, Grecia, Nepal y Canadá. Ella además ha instruido a los gobiernos sobre cómo convertir sus sistemas judiciales al estilo adversario que se usa en Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países occidentales. En este rol, ella se ha promocionado en América Latina como la “Flama de Justicia”.  Cuando habla como miembro de Proyecto Acceso (un proyecto de reforma judicial con base en California Western School of Law, San Diego), viste un overol rojo furioso que simboliza el coraje que ella considera que las naciones necesitan para cambiar sus sistemas jurídicos. Su labor fue reconocida por Steven R. Smith, Decano de la Facultad de Derecho de California Western. En una carta nominando a la Sra. Velasquez para el premio Stender, el Sr. Smith afirmó que sus esfuerzos para ayudar a Chile a “pasar de un sistema inquisitorial a uno adversario han sido muy efectivos”. Jorge Vargas, un profesor de University of San Diego School of Law, afirmó que la Sra. Velasquez era “el orgullo de la comunidad latina”.

La Sra. Velasquez dijo que su trabajo como observador jurídico en el publicitado evento de la Milicia fue programado a propósito durante la noche, cuando no se esperaba que hubiera equipos de camarógrafos. Tampoco usó su característico overol rojo, dijo – sólo ropa abrigadora, una cámara fotográfica al cuello y una libreta para notas a la mano. La Sra. Velasquez no tuvo confrontaciones con la Milicia.

James Chase, quien organizó el grupo de vigilancia fronteriza de California, sostuvo que no se topó con la Sra. Velasquez pero que de haberlo hecho probablemente se hubieran llevado bien. “Yo no soy racista ni tengo nada en contra de abogados,” dijo el Sr. Chase. Su abuelo había sido abogado y su hijo quería serlo, agregó.

California Women Lawyers, un colegio independiente de abogadas con base en Sacramento que aboga por la legislación feminista, entregará el premio a la Sra. Velasquez el 8 de septiembre en San Diego. Se realizará la ceremonia durante las conferencias concurrentes del Consejo Judicial, del California Judges Association (Asociación de Jueces de California) y el State Bar of California (Colegio de Abogados del Estado de California).

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